Todos los vendedores quieren tener mejores resultados año con año, la realidad es que pocos lo logran, la razón es sencilla, la mayoría sólo lo desean, pero no hacen nada al respecto, están en espera de que venga «un mejor año». La traducción es productos que se vendan «solos», que la demanda aumente, que algo extraordinario suceda para que el producto se venda mejor. Solo los vendedores profesionales visualizan la estrategia, los recursos, la preparación necesaria. Los que se toman las ventas en serio en estos días están haciéndose dos preguntas básicas: ¿cuánto vendí en el 2018? y ¿cuánto dejé de vender?. Esas preguntas son la base para mejorar los resultados, difícilmente se puede mejorar lo que no se mide. Para los vendedores profesionales estos días son claves para «rehacer filas», están fundamentando sus deseos en una estrategia documentada. Más allá de simplemente querer las cosas están planeando con bases como conseguirlas, para ello recurren a estadísticas, informes, comportamiento del mercado, tendencias, competencia. Se informan, leen, visualizan y proyectan. Quienes solo desean que les vaya mejor pero dejan todo en manos de terceros son simples aficionados, decir «le voy a echar más ganas” no es suficiente. Piensa, analiza, planea. Los resultados se dan a quienes tienen herramientas, argumentos y preparación. Ponte a hacer las cuentas, documenta tus tácticas y estrategias; evalúa el cumplimento realiza auditorias cada semana, cada mes, enriquece tu estrategia, corrige, Sólo así podrás mejorar tus resultados. Los vendedores tradicionales le escriben cartas a Santa, los profesionales Planeamos estratégicamente.